Una vez que se completa el pretratamiento, Cargue las baterías en un horno sellado lleno de nitrógeno o argón. En 200 a 250 ℃, El calor elimina los electrolitos restantes, reducir los riesgos de inflamabilidad. Aumentando la temperatura a 350 a 450 ℃ Desglosa las carpetas de PVDF, Liberando el material activo de las láminas de metal. Finalmente, en 500 a 650 ℃, Los orgánicos restantes se descomponen en gas para una limpieza posterior. Estas etapas controladas trabajan juntas para lograr altas tasas de recuperación y estables, operación segura.




