Si no se controlan las emisiones de polvo y COV, aumentas el riesgo de contaminación del agua y del suelo. Los metales pesados pueden permanecer en el medio ambiente durante décadas, haciendo que la limpieza sea extremadamente costosa. Los trabajadores expuestos a partículas finas o vapores nocivos pueden sufrir problemas de salud a largo plazo., lo que lleva a mayores costos médicos y posibles reclamaciones de compensación.. Las comunidades cercanas a su planta también pueden presentar quejas si se escapan olores o polvo visible al área circundante.. Estos problemas pueden escalar rápidamente, Dañar su marca y reducir la confianza tanto de los clientes como de los reguladores..




